Monica Drake (1967) publicó en 2013 su libro Amigas con hijos, una historia donde cuatro amigas reflexionan sobre la maternidad.
Éste libro me llamó la atención porque un autor al que respeto mucho (Chuck Palahniuk) dijo que era muy divertido, además está situado en una ciudad estadounidense que me gusta y que conozco y porque puedo entender que el tema de los hijos, tenerlos o no, sea central en la vida de las mujeres en algún punto de su vida.
Amigas con hijos nos da una instantánea, una foto de un momento específico, y desde éste punto, las mujeres que conforman este grupo de amigas van reflexionando sus propias historias.
Georgie, una escritora frustrada, acaba de tener una hija, está agotada, confundida y además su marido está reaccionando de la peor forma, bebiendo y huyendo de casa a la menor provocación.
Sarah, su mejor amiga, trabaja en el zoológico de Portland, Oregon. Está decidida a tener un hijo, su trabajo le permite observar la reproducción de muchas especies y la proyecta en la suya. Cada vez que se embaraza, pierde al bebé antes de las 12 semanas. Pero está decidida a reproducirse.
Nyla fue madre joven y enviudó. Tiene dos hijas, una que ya se fue a la universidad y una que está en preparatoria. Su vida es una cruzada constante por el medio ambiente, es el perfecto cliché de ambientalista hipster de Estados Unidos.
Dulcet, la cuarta, está decidida a no tener hijos, no le ve el punto y además no encaja con su vida. De hecho, además de ser fotógrafa, creó una forma muy original de enseñar educación sexual en preparatorias. De verdad no quiere hijos. Pero quiere a sus amigas.
Las cuatro amigas, la hija de una y los maridos de otra van llenando a lo largo de Amigas con hijos, la fotografía completa, llenar las historias para explicar cómo llegaron a éste punto, y definir qué sigue después de ello. Ninguna es particularmente feliz, pero cada una encuentra pequeñas cosas en sus vidas ahora para sostenerse.
Las voces de los hombres que están en esta historia está presente, sin juicio y tratando de poner ese lado de la historia, aunque sólo sean las voces en el fondo, ciertamente el libro se centra en ellas.
Y creo que justo ese es el tema, que tener hijos o no tenerlos no garantiza nada, que es cierto que la raza humana se reproduce más allá de las razones lógicas, pero esto no determina si seremos o no felices en el proceso.
Estas cuatro mujeres nos dan pistas de por donde la cosa puede mejorar, así, visto desde afuera. Lo que hace la narrativa espectacular es que nos logra meter en los personajes que no alcanzan a ver esas salidas o trucos para mejorar sus situaciones. Cada una está decidida a seguir con su plan y a sacar lo mejor del asunto. A encontrar la felicidad que puedan.
El otro tema de Amigas con hijos es que estas mujeres sólo pueden y han sobrevivido porque permanecen, con todo y sus discapacidades emocionales, juntas, contando la una con la otra. Y sí, Palahniuk tenía razón, es muy divertido sin quitarle peso a las reflexiones.
Aura Espitia Muñoz Cota