Jane Austen y por qué sigue vigente

¿No les da curiosidad el caso de Jane Austen y por qué sigue vigente?

La leí por primera vez siendo muy joven, todo a partir de una película. Fue la joya de adaptación de Ang Lee de 1995 sobre Sensatez y Sentimientos. Confieso que no había leído muchos clásicos en aquélla época.

Si bien la idea me parecía un tanto ingenua, esta cosa del perfecto amor en una sociedad pequeña, dividida en clases sociales, el libro me llamó la atención. De ahí me seguí con los demás libros y no he dejado de visitarlos cada tanto.

Y siempre me pregunto ¿por qué?

Creo que Jane Austen es la verdadera precursora del argumento de novela rosa, una (a veces más) mujer encuentra el amor perfecto en un caballero de su clase social o una más arriba, donde siempre triunfa el amor. (¿Les suena a telenovela?). No es ni siquiera una historia tan original o extraordinaria como para que siga siendo una lectura obligada o vigente.

He discutido esto muchas veces conmigo y con otras personas tratando de entender qué es lo que me sigue gustando, por qué me parece extraordinaria como escritora. Y por supuesto he sometido mi inclinación a la investigación, a lo más racional de mi ser.

Después de mucho, he encontrado algunos puntos para explicarlo.

  1. Fue una escritora básicamente aislada, es decir, no tenía contacto ni con otros escritores ni con un círculo de escritura o publicaciones. No se formó como escritora dentro del gusto de otros o en el mercado literario de su tiempo. Lo que escribía provenía de su observación del mundo, de su cabeza y de sus emociones.
  2. Puso en el universo de las letras la voz de la mujer en algo que no era considerado en ese entonces con tanta claridad; los pensamientos, las emociones, las opiniones de mujeres dentro de una sociedad y sobre un punto tan relevante como el matrimonio. Antes de ella poco o nada se consideraba a la mujer como un ser con deseos románticos o sexuales, poco o nada se consideraba la opinión de una mujer sobre su destino y la expresión más clara de ello, el matrimonio.
  3. Los personajes femeninos son variados, tienen personalidad, virtudes y defectos; no son un objeto de adoración o un sujeto pasivo de la acción de los hombres o de una sociedad. No son perfectas y no son criaturas angelicales. Son, de hecho, mujeres tridimensionales que cometen errores en el camino, que asumen las consecuencias y que reparan y resuelven sus errores y problemas en los márgenes que su sociedad les da.
  4. Las acciones tienen consecuencias. No hay impunidad, tampoco castigo, solo consecuencias.
  5. Los hombres se vuelven objetos de deseo y depositarios de las acciones, anhelos y deseos de las mujeres en estas novelas. Y eso es un cambio. En aquélla época, las mujeres esperaban ser elegidas, por lo menos en la literatura. No elegían o rechazaban la elección de un hombre que fuera conveniente. Con Austen pasa eso, obviamente; pero también existe la posibilidad de que la mujer diga no. El hombre se arriesga y la aventura amorosa (que suele terminar en matrimonio), es una aventura compartida donde ambas partes se arriesgan al rechazo.
  6. Valora más que la belleza en sus heroínas, algo más que las cualidades atribuidas a las mujeres en ellas (sus personajes). Se ve claramente en Orgullo y prejuicio, donde el gran partido masculino Mr. Darcy, lo obtiene no la más bella de las hermanas Bennet, sino a la más inteligente.
  7. Les reconoce autonomía a sus mujeres, y esto se ve claramente en Emma, donde la protagonista no busca un marido porque no lo necesita. No lo necesita. Esto es absolutamente revolucionario para su época.

Seguro hay otras razones. ¿Cuáles son las suyas?

 

Aura Espitia Muñoz Cota

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