Nick Hornby (1957) publicó en 1995 la novela Alta fidelidad, una reflexión personal del protagonista, Rob, sobre su vida. Fue llevada al cine en el 2000.
Rob Fleming está en sus treintas, tiene una colección de discos bien cuidada y seleccionada. Tiene una tienda de discos y una actitud que parece de un eterno adolescente, o en sus primeros 20’s. Su edad emocional parece estar desfasada con su edad física.
El libro empieza con una ruptura amorosa, otra más, una sensación de fracaso, una certeza de ir perdiendo en el juego de la vida. En especial porque Rob tiene una vida que no siente que haya decidido del todo, unos amigos que no necesariamente escogió, y novias que lo dejan sin que él sienta que tenga participación o control sobre las separaciones, sintiéndose un poco víctima.
Sus dos mejores amigos son sus empleados, las dos personas que mejor entienden la vida centrada en la música y en el objeto del disco L.P., está en una relación y siente que ella está abandonando las premisas en las que construyeron la relación.
¿Qué fue primero: la música o la tristeza? ¿Me dio por escuchar música porque estaba triste? ¿O es que estaba triste porque escuchaba música? ¿No te convierten todos esos discos en una persona de tendencia melancólica?
Laura, la novia, decide que lo mejor es separarse, enfrentar que la relación está estancada en el mejor de los casos. Y esta vez, Rob decide revisar sus actos, aunque como es un poco obsesivo, decide revisar sus relaciones más importantes e investigar qué hizo mal o por qué sus novias terminan dejándolo.
Tiene la oportunidad de iniciar algo nuevo con otra persona, pero lo cierto es que no está claro que la relación con Laura esté del todo terminada y además esta investigación personal lo tiene ocupado y de verdad interesado..
Alta fidelidad hace referencia a los equipos de sonido que son ideales para escuchar la música, un personaje de la novela representado por la tienda de discos, la obsesión compartida por ellos, y la colección de música personal. Pero también hace referencia a la claridad que la investigación sobre su vida le dá a Rob, a la exactitud de sus recuerdos. Él aprende en este camino, que ni las relaciones pasaron tal cual como las recuerda, ni su participación fue tan pasiva en todos los casos ni tuvieron el mismo peso en sus ex parejas.
En el camino entiende dónde está su responsabilidad en sus relaciones amorosas, dónde fue que tomó decisiones sobre su vida que afectan su trabajo, su presente y su futuro.
El autor logra establecer el personaje muy bien, logra construir la lógica interna de la novela y la anécdota. Alta fidelidad es un libro divertido, con una historia sencilla con la que todos podemos relacionarnos; y si te gusta la música es muy entretenido buscar las referencias. Muy recomendable.
Aura Espitia Muñoz Cota