Alejando Zambra (1975) publicó en 2006 Bonsái, una pequeña novela editada por Anagrama.
Bonsái es una de esas historias que te toma muy poco leer, es sencilla y poderosa desde el primer párrafo, no es una historia que pretenda ser épica o extraordinaria.
Esconde en una historia sencilla, común y corriente, varias cosas que se quedan resonando días después de terminar la lectura.
Es la historia de un amor que tiene duración limitada, no es el amor que todo lo puede ni el que perdura por los siglos como en la fórmula de novela romántica.
Dos personas se conocen, coinciden circunstancialmente en un periodo y se enamoran, se inicia todo con una pequeña mentira, de esas que se dicen para impresionar al otro/a, se construye una cuerda por la cual se ha de caminar en la relación y que si se suelta se pierde todo.
Bonsái retrata estas relaciones que si bien nos cambian la vida, que puede ser a la que nos aferremos por toda la vida, son por definición endebles y finitas.
Nuestros protagonistas no van a tener vidas extraordinarias ni son los héroes a los que la literatura nos ha acostumbrado, son personas un poco mediocres, predecibles, normales.
Vemos a modo de fotos instantáneas su pequeña vida, su momento de gloria juntos y su desmoronamiento después de ello.
Y eso es tal vez lo valiente de Bonsái al contar esta historia, la certeza de que el amor, la relación romántica, no va a salvarnos, no va a redimir nuestros defectos, sólo va a ser parte de nuestra historia.
La pequeña historia que nos cuenta Alejandro Zambra está muy bien escrita, la lectura es el exacto balance entre lo divertido, lo trágico y lo anodino que puede resultar todo el asunto. Bonsái es una muestra interesante de un autor que está considerado como uno de los mejores escritores contemporáneos de habla hispana. Muy recomendable.
Aura Espitia Muñoz Cota