Ernesto Sabato (1911-2011) publicó en 1948 su novela El túnel, que con los años se ha vuelto un clásico latinoamericano, un referente para muchos.
Leí esta novela dos veces, con una distancia entre lecturas de al menos 20 años, la recordaba como una buena novela pero era una adolescente en los 90, quería releerlo ahora, siendo una adulta de mediana edad.
El túnel es la confesión de un feminicidio. Juan Pablo Castel mató a María Iribarne, y en 39 capítulos nos explica por qué y cómo se siente con su historia.
Es muy fácil romantizar esta novela, verla como una confesión de un hombre desesperado ante la indiferencia de la mujer que él ama (o que cree que ama). Yo creo que más bien es una radiografía de las deformaciones del amor romántico del siglo XX.
Este hombre no mata a una mujer porque ella no le ame, la mata porque no la puede poseer, porque no logra jamás confiar en el vínculo o disfrutar lo que hay. Existe todo el tiempo un tema de posesión enferma que creo ha formado a muchos y muchas en la idea de lo que es el amor romántico.
“Ese estremecimiento de orgullo, ese deseo creciente de posesión exclusiva debían haberme revelado que iba por mal camino, aconsejado por la vanidad y la soberbia.”
Y siendo que estamos revisando las ideas de las relaciones afectivas, es raro que nos pongamos a recomendar El túnel, un libro que retrata todo lo que yo creo que nos hace daño en ese sentido. Explico por qué.
Es un libro muy bien escrito, narrado con un oficio innegable, capaz de transmitir toda la angustia, toda la soledad y locura tortuosa en palabras. Tiene una economía de palabras muy eficiente y efectiva. No le sobra y no le falta nada. Repito, es un libro que vale la pena leer sólo por aprenderle esto.
Por otro lado, es interesante ver de dónde y cómo las relaciones sexo afectivas son tan tóxicas tanto para hombres como para mujeres. No es un libro dulce o que redima con su confesión al asesino.
Si acaso, a mí me generó una sensación de lástima pero también de furia. Un hombre incapaz de amar, incapaz de ver a la otra persona a menos de que cumpla una función para él y sus necesidades. Recomendable.
Aura Espitia Muñoz Cota
