Benito Taibo (1960) nos entregó en 2011 Persona Normal, un libro que, entre otras cosas, es una oda a la lectura. La historia es simple, Sebastián, un adolescente queda huérfano y tiene que vivir con su tío Paco.
No parece una historia tan interesante o nueva en la literatura, es la manera en que cuenta cómo, por qué y con qué se construye una relación que parte de mucho dolor lo que hace de este libro una delicia.
El tío Paco no encuentra más manera de relacionarse con su sobrino que haciendo de su vida, la compartida, un asunto extraordinario. Y siendo el tío Paco un lector ávido, la mejor forma que encuentra para hacer del dolor una vida extraordinaria es a través de los libros.
La historia está contada desde la vivencia de Sebastián, que nos cuenta cómo descubrió con su tío Paco otra forma de vivir la vida, una que no es la que tuvo con sus padres, pero que es suya y que le permite vivir con la cicatriz de la pérdida y encontrar su propio mundo.
No, ni el tío Paco es una persona normal ni espera que su sobrino Sebastián lo sea. Espera poder darle una vida que sobrepase la tristeza, que rebase lo anodino. Le da una biblioteca, le da un interlocutor.
Le enseña todo lo que sabe siempre recurriendo a un libro o varios, a un autor, a una escritora, enseñando a amar las palabras, el lenguaje, la posibilidad de conocer y saber a partir de lo que los demás nos dicen con las letras. Y Sebastián aprende que a través de los libros su vida puede ser mucho más.
Es sobre todo un libro de amor, de un amor sin artificios entre el tío y su sobrino, de ambos con los libros, de ellos con la vida.
El tío Paco logra establecer una normalidad propia en la vida común. Es un hombre que siempre parte del amor, que procura enseñar a su sobrino lo bello, lo dulce, lo emocionante y divertido de la vida a su sobrino. Sabe que lo que perdió Sebastián es irremplazable, no busca más para su sobrino que se sepa amado y protegido por un cómplice compañero.
Muy recomendable como lectura pero también como fuente de libros para leer.
Aura Espitia Muñoz Cota