Tan buenos chicos (1982) de Patrick Modiano (1945), Premio Nobel de literatura 2014.
En esta ocasión nos da un recorrido por las vidas de un grupo de chicos que convivieron en las instalaciones del internado Valvert después de la Segunda Guerra Mundial, en Francia. Es un libro sobre la memoria.
¿Quiénes son ellos? Son todos y son nadie. Son los chicos mandados a estudiar a internados, costumbre de ricos, en Europa y América. En este internado para hombres, confluyen una serie de personajes con distintas circunstancias.
El libro es una colección de historias de un ex alumno del internado y sus recuerdos o posteriores encuentros con sus compañeros y profesores del internado. No son historias sórdidas o escandalosas con el propósito de impresionar al lector. Son historias pequeñas, sencillas y bien contadas, que nos van dibujando los aspectos relevantes para el narrador de sus compañeros, de su entorno.
Poco a poco se le iba colando por dentro cierta melancolía
Son fotografías instantáneas que nos presentan a los protagonistas y nos dejan ver en el fondo de la imagen, el entorno. Nos permite ver poco, y de a poco, lo que constituyó los mitos de la clase alta, el abandono de los padres a los hijos, la orfandad y la cofradía de un internado bien intencionado. Y no son historias contadas con tristeza gratuita o falsa melancolía, tienen el balance justo y realista de nostalgia y buen humor.
Creo que el señor Jeanschmidt quería acostumbrarnos, a nosotros, que éramos hijos del azar y de ninguna parte, a los beneficios de la disciplina y a lo reconfortante de una patria.
Nos delinea también a Francia después de la Segunda Guerra Mundial en la vida cotidiana, con una sociedad que ha de asumir que viejas formas han muerto y nuevas han llegado. Nos platica sin decirlo, lo cambiante de un país, de algunas ciudades, las personas y sus valores, la necesidad de anclarse a algo, o alguien, que nos de la seguridad o la estabilidad, de no sentirse a la deriva.
Modiano fue reconocido por su capacidad para reconstruir la memoria. Este es el tercer libro que leo de él y en común tienen esta forma de relatar sin darle importancia a lo que fue importante, a lo que se queda grabado en el alma, en la memoria personal. No es un trabajo de reconstrucción histórica sino de recuerdos personales.
Este libro está muy bien escrito, tiene la ligereza y el peso adecuado en cada frase y en cada historia, y puede ser una buena elección para iniciarse en la lectura de este gran escritor.
Aura Espitia Muñoz Cota