La octava plaga

Bernardo Esquinca (1972) publicó en 2017 La octava plaga, la primera entrega de su serie Casasola, editado por Almadía.

Bernardo Esquinca La octava plaga cita Textuales

Llegué a La octava plaga de la mejor forma en la que se puede llegar a una novela policíaca, por recomendación de lectores del género. Y la verdad es que para los que nos gusta este tipo de novelas, recomendar es complicado, es un género con mucha oferta pero con muy pocas cosas que sorprendan y que respeten el canon.

Éste es un libro sorprendente por el planteamiento, es una idea increíble la que le da motor a la trama, también porque el detective es uno que no tiene como tal autoridad policial, y además nos da oportunidad de repensar un tipo de prensa considerada de escándalo gratuito por lo menos en México.

«Miró a su alrededor unos segundos y continuó: ¿de dónde sale la multitud de mirones que siempre es parte de una tragedia? ¿Pertenecen a una dimensión paralela y se materializan en cuanto ocurre?»

 

Ahora, siendo honestos, no hay un sólo libro policíaco, y menos uno que de inicio a una serie, que no dependa de su detective, del personaje que va a hilar todos los libros, todos los casos. Acá tenemos a uno muy singular.

Casasola, un periodista que cae sin quererlo en la sección policial del periódico donde trabaja. Conocemos a nuestro detective en un punto bajo, donde la sensación de pérdida es palpable. Perdió la sección que le gustaba y se separó de su esposa, que trabaja en el mismo periódico y que no parece muy interesada en reiniciar nada por más que él lo intente.

Está perdido, necesita ayuda, está aprendiendo un tipo distinto de periodismo, el policial, el de crímenes, no es el detective, no es el policía, es el narrador, es el que observa, el que tiene que descubrir las cosas aunque no tenga autoridad para hacer valer las consecuencias.

La octava plaga es un gran inicio de serie, los personajes están bien dibujados, su humanidad se hace sentir, por momentos quise hacer trampa porque no quería seguir leyendo si un personaje iba a morir. Y esa es una prueba importante para mí con respecto a los personajes y su dimensión.

Los crímenes a los que Casasola se enfrenta son extraordinarios, nadie los creería, sólo los que estamos leyendo y acompañando a nuestros narradores porque así de impecable es la lógica interna. El asesino es tan inusual, tan inimaginable, que el mismo Casasola duda todo el tiempo a pesar de ver el rastro de muertes y no encontrar otra explicación más razonable.

Ésta novela combina perfecto la ciencia ficción con el género policíaco. Y nos deja ver algo más, nos deja ver la panorámica, la humanidad, que es lo interesante de este tipo de historias. Al terminar de leer La octava plaga lo único que quería era hablar de él con alguien. Muy recomendable.

Aura Espitia Muñoz Cota

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