En el punto de mira

Arthur Miller (1915- 2005) publicó en 1945 la novela En el punto de mira, título original Focus. Una historia que nos habla del Estados Unidos de América del que no siempre se habla, del fascismo que ahí vive hace muchas décadas.

Arthur Miller En el punto de mira cita Textuales

La mayoría de los que no somos estadounidenses, lo que hemos aprendido de este país proviene de su cine, series y demás productos para grandes masas como primera fuente. Y en este punto, Estados Unidos de América ha gastado mucho dinero y esfuerzo en contarnos su participación en la Segunda Guerra Mundial, del lado de los buenos, de los no genocidas (por lo menos los no abiertamente genocidas), los aliados, los que pelearon por liberar a los judíos y castigar a los malos malos alemanes. Es una historia que se nos ha repetido muchas veces.

Y por eso cuando un presidente como Trump gana, algunos se sorprenden, o cuando políticas orientadas al antisemitismo, la xenofobia, el racismo o de plano el fascismo se manifiestan con tanta fuerza, nos preguntamos desde cuándo o por qué.

La verdad es que la literatura nos da pistas hace muchas décadas, los novelistas estadounidenses han hecho su trabajo al contarnos esto que pasa hace mucho. Lo mencionan en El Gran Gatsby (aquí la reseña), en Las uvas de la ira (aquí la reseña) y por supuesto en esta corta pero gran novela de Arthur Miller.

En el punto de mira es una historia que habla del ambiente en Nueva York durante la Segunda Guerra Mundial, cerca de su final. Nos la cuenta el señor Newman, un hombre de mediana edad al que no le gustan los judíos, no sabe por qué, pero a nadie le gustan así que está conforme con esta actitud.

Que a nadie le gustan los judíos es algo que sabe todo mundo dentro de la novela, está escrito en el metro, se habla con los vecinos, las empresas tienen una política no explicita pero sí implementada de no judíos, por mencionar algunos casos. Y la verdad es que el señor Newman no se cuestionaría nada de estas verdades fácticas si no ocurrieran dos hechos que desencadenarán una serie de cambios.

El señor Newman ya no ve bien, necesita lentes, hasta ahora ha podido resolver todo excepto el día que su jefe lo regaña por haber contratado a una judía y por no haberlo notado, así que es mandado a ponerse gafas.

Los lentes le abren a Newman un mundo nuevo, alcanza a ver a detalle todo lo que antes era borroso. Incluso alcanza a ver que ahora parece judío, y alcanza a ver que no es el único que lo piensa.

En el punto de mira nos lleva por este mundo de apariencias que cambian el trato de los conocidos, el jefe, los vecinos, hacia Newman. Al verse como judío es tratado como uno, nadie le quiere ayudar, nadie le cree que no lo sea, nadie quiere escuchar su «defensa».

Y de ahí pasa lo extraordinario, Newman alcanza a ver sus viejas actitudes como lo que son y fueron, lo injusto, lo irracional, lo violento de un sentimiento colectivo contra todo lo que no sea blanco y caucásico. Logra por fin enfocar el verdadero problema.

Es de esto de lo que nadie quiere hablar ahora, del real fascismo que existe en un país autodeclarado la tierra de la libertad, autodeclardo el mejor país del mundo.

Arthur Miller nos enseña esta víscera, esta tripa de su país con esta novela que publica desesperado a mediados de los años 40 ante la visión del fascismo tomando fuerza. Y considerando que la historia sigue ocurriendo, creo que es un libro que no se ha leído lo sufieciente. Muy recomendable.

Aura Espitia Muñoz Cota

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