Jane Austen (1775-1815) publicó en 1811 Sentido y sensibilidad, una novela clásica de romance y enredos. Ha sido adaptada al cine y televisión en numerosas ocasiones.
La historia trata de Elinor y Marianne dos hermanas cuya vida cambia radicalmente cuando su padre muere sin poder heredarles nada significativo. Parece irrelevante, pero una familia que se respetara y de sociedad en el siglo XVIII no tenía más forma de vivir que por rentas; trabajar como institutriz o algo parecido era una muestra de no pertenecer a la sociedad entendida como clase alta. En una nota sobre la vigencia de Jane Austen, comento un poco más sobre el tema. La pueden leer aquí.
Elinor, Marianne y Margaret se mudan junto a su madre a una casa casi prestada, lejos de la región que conocían como hogar a empezar de nuevo. Tienen un medio hermano casado con una mujer cuyo único atractivo es un hermano agradable y sencillo que muestra un genuino interés en Elinor, este matrimonio abandona a sus hermanas a pesar de la promesa hecha a un padre moribundo de cuidar de ellas.
En este nuevo mundo, la familia Dashwood conoce nuevas personas, nuevas amistades, dentro de los que se encuentran dos pretendientes para Marianne.
La verdad es que esto es sólo el pretexto o la forma de Jane Austen de hablar de algo que en la Inglaterra del Siglo XVIII empieza a delinearse, si tu propósito es casarte por amor, pero también mantener o mejorar tu lugar en la sociedad, ¿cuál es el camino?. Si no puedes tener ambas, amor y dinero, ¿cuál priorizar?
Y eso es solo una parte, hay otros valores circundantes, el honor, el decoro, la discreción, y todos ellos se ven sometidos a un examen minucioso en esta novela desde dos perspectivas opuestas. El sentido y la sensibilidad, entendidos estos como sensatez como motor de razonamiento y acción y sentimientos o emociones del otro lado.
Elinor, siendo la mayor de las hermanas, representa el sentido, la sensatez, y Marianne, la segunda, una adolescente, representa la sensibilidad, el sentimiento. Ambas están tratando de encontrar el amor y el matrimonio, que no siempre van juntos en la vida de la sociedad de Jane Austen.
La autora usa la historia de las hermanas para hablar del papel de las mujeres en esta sociedad donde no tener dinero pero tampoco poder ganarlo más allá de las herencias o el matrimonio, para hacernos claro que las emociones son importantes pero también la sensatez y del equilibrio necesario.
Ahora que releí Sentido y Sensibilidad para escribir esta nota, una de mis novelas favoritas y con la que me inicié con Jane Austen, me sorprendió el sentido del humor ácido que no recordaba en la pluma de esta autora. No recordaba a algunos personajes que fueron recortados de las adaptaciones y que en realidad aportan bastante a la historia y al propósito didáctico de la novela.
Sentido y sensibilidad es un libro clásico, y en mi opinión, de los que hay que leer al menos una vez en la vida. Muy recomendable.
Aura Esptia Muñoz Cota