No siempre te encuentras una autora nueva que te fascine como persona y con la que desarrolles un «crush» literario.
Conocí a Alejandra Samaniego-Teyssier (1983) casi por casualidad. Esta escritora mexicana nos mandó una muestra de sus textos y me tocó leerlos. De inmediato me impresionó la manera que tiene de llevarte a la sensación física, a la imagen plástica. Pero hay otras impresiones importantes, a veces deja esta sensación de estar en la frontera, entre la literatura y otras disciplinas creativas.
Revisando su historia entiendo la razón de este efecto tras la lectura. Tiene que ver con su historia como artista. A diferencia de otros escritores que he conocido, ella no llegó como primera expresión a las letras. Tiene formación en artes plásticas, ha trabajado en museos. Apuesta por los multimedios, por los medios digitales.
Mi impresión es que llegó a la escritura cuando no fue suficiente la imagen para decir lo que tenía que decir. Y que suerte tenemos los lectores, así podemos leer a una voz fresca y distinta, lejos de las formas comunes que encontramos de contar una historia.
Lo cierto es que nos emociona ver qué podemos hacer con ella, nos emociona ver cómo va a estructurar sus publicaciones. Porque hasta ahora se ha dedicado a concursar sus textos y por lo tanto no hemos visto todavía su primera publicación/libro. Considerando que algunos de sus textos son fotolibros o con una estética distinta, esto parece un proyecto interesante.
Lo mejor, creo, es que está en proceso de maduración como escritora. Todavía falta ver hacia donde evoluciona y que más tiene que decirnos.
Aura Espitia Muñoz Cota
me gusta mucho el análisis. me enriquece gracias.