Las ventajas de ser invisible, publicado en 1999, por MTV books, trata del camino de un chico en un año de vida.
Es una novela epistolar que nos cuenta en voz del protagonista un año que cambió su vida. O más bien, el año en que su vida se volvió suya.
Se trata de un adolescente que entra a su primer año de high school, que ha tenido problemas de salud mental, un amigo que se suicida, una familia más bien autista emocional, y todo a la edad de 15 años. Para tranquilizarse, para manejar la ansiedad, decide escribirle a alguien que elige por su calidad moral, con quien seguramente tiene conocidos, ya que desde el primer instante decide proteger su anonimato.
Solo necesito saber que alguien ahí afuera escucha y comprende y no intenta acostarse con la gente aún pudiendo hacerlo. Necesito saber que existe alguien así
A través de la novela nos vamos enterando de su vida, de cómo va saliendo de su mundo y conectando con los otros.
Confieso que he leído la novela 3 veces, y siempre me deja distintas sensaciones. La nostalgia es una, porque recuerdas a esos primeros amigos (algunos que permanecen en tu vida) que hiciste por coincidencias de gustos, de traumas, de emociones. Recuerdas esas primeras veces que sentiste pertenencia y que sentiste que formabas parte de algo.
También añoras esas relaciones con los primeros maestros con los que tienes un intercambio más allá del salón de clases. Espero que todos hayan tenido alguna vez esta experiencia.
Que no todo es encantador en esta novela es algo que hay que mencionar. El protagonista lleva heridas, lleva sus propios demonios y silencios, y además, se percata de los que llevan los que lo rodean. Probablemente la frase que más se recuerda es «aceptamos el amor que creemos merecer«.
Y esto es porque la gran cuestión de la novela es el amor, el que sientes por tus amigos, tu tribu, el primer amor romántico, el amor en la familia. Y lo duro en la novela es como el protagonista se va percatando de que no todo lo que llamamos amor lo es, que no todo amor es sano, constructivo o bello, y que el amor no es aislado del que lo siente y su propia historia.
Cierto que no es una gran novela en el sentido de los clásicos, no es que tenga una propuesta narrativa innovadora o una historia tan inusual, y sin embargo, es una buena novela, bien escrita, que nos deja ver lo complejo del ser humano, de las relaciones, de la adolescencia. Nos permite preguntarnos por el amor y la pertenencia. Los personajes están bien delineados y son tridimensionales.
¿Se acuerdan de la primera vez que se sintieron parte de algo? ¿De la primera vez que amaron? ¿De la primera vez que se enfrentaron a un problema que los rebasara? ¿Se acuerdan de sus primeros mejores amigos?
Y, en ese momento, juro que eramos infinitos
Aura Espitia Muñoz Cota
No cabe duda que la edad es importante, a la mía, la nostalgia, el recuerdo y todo lo que fue mi propia adolescencia, han dejado de ser importantes, son si acaso, páginas breves de mi propia historia…
Gracias por la reseña de un libro que leí con otros ojos.