Liane Moriarty (1966), escritora australiana, publicó en 2016 su novela Un domingo como otro cualquiera.
La historia se centra en un algo que pasó un domingo en una barbacoa que afectó y cambió la vida de 3 parejas. Pero sobre todo, el hecho obliga a dos amigas de toda la vida a cuestionar sus propias historias y su amistad. ¿Qué quieren Erika y Clementine en la vida? ¿Existe de verdad una amistad o sólo es la inercia? ¿Qué papel ocupan sus matrimonios en su vida?
La narrativa es un poco lenta al principio; no quiero mentirles y decirles que el libro atrapa desde el instante 1. Tarda en levantar el ritmo y a lo mejor la autora abusa un poco de la idea de construir suspenso. Sin embargo, si te aferras un poco a la novela, los giros, los cuestionamientos, la forma de explicar las emociones, valen toda la espera inicial.
Tres mujeres protagonizan la novela, Erika y Clementine que son amigas desde siempre, y Tiffany que es vecina de Erika y es la anfitriona de la barbacoa un domingo en un barrio residencial. Los maridos de ellas, afortunadamente, no desaparecen; aunque su narración no es tan abundante como la de las mujeres, Liane Moriarty tiene la buena idea de dejar que ellos participen en todo el entramado, lo cual le añade a la novela dimensión.
Un domingo como otro cualquiera toma como punto de encuentro de estas tres mujeres un incidente que podría no haber pasado, en un escenario y situación de lo más normal y corriente, para que las tres mujeres revisen sus propias historias. La novela se narra en 3 tiempos: el día de la barbacoa, el pasado (de cada una) y el presente, donde lidian con las consecuencias de lo que pasó en la barbacoa.
Y aunque par mí, la historia importante es la amistad de Clementine y Erika, lo cierto es que ningún personaje sobra, los maridos y las hijas, son necesarios para que la historia funcione.
Pero a mí lo que más me interesó de Un domingo como otro cualquiera, es la forma de cuestionar y reflexionar sobre la inercia de nuestras relaciones y de nuestras vidas. A través de los personajes vamos viendo cómo un hecho fortuito, un encuentro, un accidente o una casualidad, te obligan a replantearte dónde estás, con quién, de dónde vienes y sobre todo, si todavía quieres estar ahí y hacia dónde vas. Recomendable.
Aura Espitia Muñoz Cota