Lectores cero

Cuando terminamos un manuscrito, antes de enviarlo a una editorial o a un concurso, debemos conseguir lectores cero. Pero ¿qué es un lector cero? ¿quiénes son? ¿qué hacen? y sobre todo, ¿para qué los necesito?

Lectores cero Textuales

Vamos por partes. Cuando escribimos un manuscrito, que queremos publicar o compartir, lo hacemos por lo menos por la siguiente razón: queremos contar algo que nos parece importante. Esto es cierto para cualquier género y para ficción o no ficción. Pasamos horas investigando, imaginando, escribiendo un texto. Llevamos «encerrados» en el proceso por varias horas/semanas/meses. Lo normal, y nos pasa a todos, es que muchas partes en nuestro texto ya nos parecen lógicas, claras y suficientes.Esto se llama monólogo interno.

Si seguimos el proceso que muchos maestros y escritores nos sugieren, pasaremos de escribir el manuscrito a dejarlo descansar un tiempo, para después hacer nuestra primera corrección. Lo normal es que en este paso nos autoeditemos, ya sea que cortemos una parte o reestructuremos el texto. Después de esto, y con una idea clara de lo que queremos decir, el siguiente paso es conseguir lectores cero.

Un lector cero es el que lee una de las primeras versiones del texto o manuscrito. Su función es darte retroalimentación sobre algunos puntos, dependiendo de si es un lector profesional o sólo un amigo o conocido. Pero lo principal que te tiene que decir es lo que entendió de tu escrito. ¿Lograste establecer tu tesis? ¿Entendió tu trama? ¿Le quedaron dudas sobre algo? ¿Faltó claridad en las ideas, los personajes o las situaciones?

Lo ideal es que el lector no esté familiarizado con tu proceso de escritura, uno al que no le hayas platicado tu historia, la historia de tus personajes, las fuentes que consultaste o la tesis que quieres escribir. La razón es que de conocer algunos de estos datos va a hacer lo mismo que haces tú; rellenar los espacios en blanco o las faltas con lo que ya sabe del manuscrito.

Otro punto es que no sea muy cercano a ti, porque no va a sentirse libre de comentar lo que sea que tenga que comentar. A menos que tu amigo o pariente sea capaz de criticar sin temor a herirte y tú seas capaz de recibir crítica de un ser querido, es mejor que tu lector sea uno que no tenga apegos emocionales contigo.

Por último, creemos que un lector cero ideal es el que pertenece a tu público meta. Si es un ensayo, o un texto académico para titulación o grado, busca a alguien que pueda calificar este tipo de texto, de tu área de interés. Si tu texto es una novela juvenil de fantasía, busca lectores que tengan experiencia o que sean del grupo al que tienes pensado como lectores de tu libro.

Teniendo esto claro, ya solo nos queda pensar dónde puedes encontrar a estos lectores cero. Aquí algunas ideas:

  • Blogueros especializados en tu género
  • Empresas con servicios editoriales
  • Maestros especializados en tu tema (sobre todo en el caso de textos académicos y ensayo)
  • Círculos, clubes o grupos de lectura; en línea o presenciales.

Como última recomendación, no des tu texto a lectores cero antes de registrarlo (acá nuestro arículo sobre registro en México), y hazle saber al lector o lectores cero que el manuscrito ya está registrado, para evitar cualquier mal entendido o plagio.

Aura Espitia Muñoz Cota

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