Palabras para nombrar al mundo

Cuando escuché esta expresión por primera vez, palabras para nombrar al mundo, algo encajó dentro de mí, una idea, una noción, por fín se acomodó en mi cabeza. Pude por fin entender cuál era el sentido de insistir en la ortografía, en el uso correcto del idioma y en la amplitud del vocabulario.

Palabras para nombrar al mundo Textuales

En esta ocasión me gustaría hablar del vocabulario y su importancia, reflexionar un poco sobre la responsabilidad de la escritora y el escritor con la conservación de los idiomas.

Más allá de quejarnos sobre lo limitado que el idioma se ha vuelto en los últimos años, o sobre cómo algunas formas de comunicación han logrado que limitemos nuestra forma de expresarnos, me gustaría que pensáramos para qué nos sirven las palabras.

Las palabras nos sirven para nombrar las cosas, las emociones, los pensamientos. Las palabras nos sirven para nombrar al mundo, el interior y el exterior. Así nació el idioma y así ha evolucionado (no es la única forma o razón por la que ha evolucionado).

Entonces, como escritores cuando contamos una historia, escribimos (y describimos) una idea o un hecho, cuando contamos algo que hemos pensado y/o sentido, tenemos la responsabilidad de buscar las palabras correctas, las más precisas.

Y esto es muy difícil porque si no tenemos un buen vocabulario, si no conocemos palabras suficientes, caemos en la costumbre de usar una o dos palabras para describir todo, una o dos expresiones que significan menos o más que lo que queríamos expresar.

Pero podemos solucionarlo. Hay algunas prácticas que podemos implementar para mejorar nuestro vocabulario:

  1. Leer. Leer es el mejor método para aprender más palabras. Primero porque nos enseña cómo cuentan otras personas las emociones o los hechos o los pensamientos, segundo porque otros escritores usan otras palabras. La forma correcta de aumentar el vocabulario es identificar las palabras que nos llaman la atención y buscar su significado.
  2. Tener un diccionario. Usar el diccionario como ejercicio diario hace más fácil aprender palabras. El diccionario físico es lo mejor para este ejercicio porque puedes hojear y parar en 3 páginas aleatorias diario, tomar de estas tres páginas una o dos palabras y leer su significado. Hacerlo así, te da de 365 a 730 palabras al año, significa que activamente aumentas tu vocabulario.
  3. Tener un diccionario de sinónimos y antónimos. Esta es una forma muy sencilla de ampliar el vocabulario, si detectas que usas una palabra demasiado puedes buscar tanto el sinónimo como el antónimo.

Estas tres ideas se pueden hacer diario y significan acciones concretas que aumentarán tu vocabulario y, por lo tanto, tu forma de expresarte.

Así que, cuando pensemos en nuestro oficio, cuando pensemos en que somos escritores, pensemos en nuestra responsabilidad de usar de forma correcta, creativamente, las palabras para nombrar al mundo.

Aura Espitia Muñoz Cota

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