Pequeñas labores

Rivka Galchen (1976) publicó en 2016 un libro al que llamó Pequeñas labores, un testimonio de sus pensamientos durante su primer año de maternidad. La traducción y publicación en español se la debemos a la editorial Antílope.

Rivka Galchen Pequeñas labores cita Textuales

Este pequeño libro es una joya, lleno de una sinceridad sobre su maternidad y los pensamientos que ocupan su cabeza, las cosas que ahora nota y que antes no eran importantes.

Pequeñas labores parece una colección aleatoria de escritos, a veces inconexos, a veces en serie. Lo que encontré en esta colección fue la evidencia de lo profundamente transformador que debe ser tener hijos. Y es interesante encontrar este punto de vista centrado en la curiosidad, en la sorpresa por los propios cambios, porque en general, las crónicas sobre la maternidad se van a dos puntos opuestos; uno es el estado de gracia y felicidad permanente que la maternidad debería representar socialmente, el otro extremo es la colección de historias de terror, donde se busca desmitificar la maternidad ideal.

En este caso, en Pequeñas labores, lo que encontramos es algo más cercano a un diario, a una serie de reflexiones sobre ella y su entorno, y como dije, desde la curiosidad y el asombro. Pasa de notar cosas en su hija y en ella a revisar a los bebés en los cuadros, o en la literatura. También hace una breve anotación sobre su expectativa comparada con su realidad.

Lo otro que es sorprendente en este libro es que al no tratar de ser un ensayo en forma, un libro de autoayuda, una autobiografía o una novela, sino ser justo eso, una colección de anotaciones y reflexiones, no busca imponer una postura, no siempre profundiza en un tema y no siempre todo es espectacular. Aún así, hay momentos verdaderamente brillantes dentro del libro.

Este tipo de libros que son entre autobiográficos y crónica para mí tienen un valor importante en la literatura, contar las historias propias que pueden tener una resonancia en los otros es una de las funciones más interesantes e importantes del lenguaje. Tiene para el lector el valor de hacerte sentir menos solo, más conectado con otros, saber que alguien más está pensando en lo que tú piensas.

En los 3 días que me tomó leer este libro, se convirtió en uno de mis favoritos, y no tengo hijos todavía, no es eso lo que me gustó, fue la pluma, la postura inusual para hablar de su maternidad y las reflexiones que presenta. Muy recomendable.

Aura Espitia Muñoz Cota

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