Un lugar en el mundo

Katherine Marsh (1974) publicó en 2018 Un lugar en el mundo, una novela que trata de explicar temas como migración, terrorismo, refugiados y xenofobia.

Katherine Marsh Un lugar en el mundo cita Textuales

Este libro entra en la categoría novela juvenil, por ahí leí que es algo que la autora escribió para explicarle a sus hijos lo que está pasando en el mundo sobre los temas que el libro trata.

Un lugar en el mundo se trata de dos adolescentes que están fuera de su país de origen, ambos son migrantes aunque por distintas razones y de distinta forma. Se encuentran en polos opuestos de la ecuación en un país donde ninguno de los dos habla el idioma.

Este planteamiento hace que el libro parta desde otro enfoque, uno que logra poner a cualquiera en perspectiva y que marca las diferencias entre distintas formas de migrar.

Ahmed y Max se sienten solos en Europa, no hablan francés, en Bélgica. Se conocen cuando Ahmed se refugia, esconde, de unos traficantes de personas que le han quitado lo último que le quedaba, su celular y su dinero. Viaja solo, ha perdido a su padre en el camino por mar a Grecia. Sus únicos conocidos son otros refugiados de la guerra en medio oriente.

Ahmed ya no siente conexión con el mundo, perdió su casa, a su madre y hermanas, a su abuelo, su país, y ahora su padre. Sin embargo no se abandona y decide resistir y esconderse en una casa, en un sótano.

La casa es la que habita la familia de Max, unos estadounidenses que viajan por trabajo por un año a Bélgica, mamá y papá, Max y Claire los hijos.

Max encuentra a Ahmed y pesé a que tiene miedo y no sabe qué hacer, también percibe el miedo de él, del otro. Logran generar una conexión reconociendo en el otro las emociones propias.

Un lugar en el mundo trata de esto, de los puentes que se pueden tender con la amabilidad, la empatía, derribando los prejuicios que se han construido. Ahmed quiere cosas bien simples, ser niño, jugar futbol, ir a la escuela, estar seguro y hablar con personas. Nada es extraordinario si lo piensas.

Lo otro que me pareció extraordinario de la narración de esta autora, fue tomar una anécdota sobre los refugiados judíos en Bélgica para homologar la situación a la de Ahmed. Es un recurso que nos obliga a pensar que ya pasamos por esto, que no es tan distinto.

Y por eso creo que debemos leer este libro, a cualquier edad, porque Un lugar en el mundo nos recuerda que no hemos aprendido a tratarnos con amabilidad, como humanos, que los países son una línea política y que las guerras que se votan, solapan, promueven, tienen consecuencias para seres humanos. Que las consecuencias son historias personales, no son un número nada más. Muy recomendable.

Aura Espitia Muñoz Cota

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