Dave Eggers presentó El Círculo en 2013, novela que fue llevada al cine en 2017. Nos retrata un ¿futuro? tan lejos y tan cerca.
El libro es una revisión de Un mundo feliz y 1984, de Aldous Huxley y George Orwell respectivamente, combinado con Google, Twitter, Facebook, Youtube y cualquier idea de redes sociales. Nos retrata una empresa en Silicon Valley dedicada a crear un ambiente totalmente abierto usando internet. Se centra sobre todo en la vida de los que trabajan ahí.
La historia tiene problemas, sobre todo en el desarrollo de los personajes, que de pronto resultan superficiales y desconectados con los sucesos de la trama. Lo que es impecable y por lo que vale la pena leer el libro, es por lo familiar que resulta todo.
Una chica entra a trabajar a esta mítica empresa y de inmediato, aunque suavemente, se le insta a participar en la comunidad de El Círculo, a solo interactuar con los compañeros. Ofrecen siempre algo a cambio de las libertades, algo necesario.
La empresa aboga por la transparencia total y ahí es donde se parece mucho a la vigilancia de 1984, los empleados tienen un lugar en la tabla basado en su participación y popularidad. Se mal mira la privacidad, los secretos, todo lo que no se comparte en El Círculo. Esta clasificación se parece mucho a la de Un mundo feliz, aunque esté basada en otros principios.
Nuestra protagonista se mete de lleno en esta vida, en esta que le parece más real, más honesta, por lo menos a nivel racional, aunque de vez en cuando se rebela, no sin sufrir consecuencias.
Es aterrador por lo cercano que suena, lo dispuestos que estamos a entregar nuestra privacidad y exigir la de los otros en redes sociales, todo lo que medimos a partir de estos instrumentos, aplicaciones, redes sociales, etcétera. Y no me mal entiendan, sé que son útiles para conectar, lo sé al grado de escribir en un blog y vigilar como progresa la Fan page de Facebook de este proyecto, o que tanto se leen estas reseñas que escribo.
Es sólo que el libro me hizo preguntarme hasta dónde es suficiente, o cuándo vamos demasiado lejos en este mundo web. Me pareció interesante que se plantearan las preguntas sobre los límites de esta realidad que tenemos, el derecho a la privacidad y cuándo estamos usando las herramientas y cuándo somos usados por ellas.
Recomendable y bien escrito sobre todo en la construcción de esa realidad, con un panorama posible.
Aura Espitia Muñoz Cota
