El secreto de sus ojos

Eduardo Sacheri (1967) publicó El secreto de sus ojos en 2005, aunque originalmente se llamó La pregunta de sus ojos. Sin embargo, después del éxito de la película basada en la novela, el nombre comercial cambió para que fuera el mismo título de la película.

Eduardo Sacheri El secreto de sus ojos cita Textuales

Esta es una novela negra, hay un asesinato, un asesino y un desarrollo para resolverlo, hasta ahí, todo normal; pero todavía hay más, hay una reflexión personal del testigo de todo y su propia necesidad de cerrar una época, de cambiar de etapa, de contar lo que necesita contar, de reconocer y admitir un amor que perdura a pesar de todo.

En este binomio película-libro, primero vi la película (que es espectacular) y luego leí el libro; como el autor participó en la adaptación, no esperaba muchas diferencias, la verdad.

Fue una sorpresa ver que El secreto de sus ojos guarda distancias significativas con la adaptación cinematográfica. Y no, ninguna es mala. Incluso se entiende el por qué de los cambios, obedecen a lo que funciona mejor en cine y para el público.

En la novela, no se trata de un amor inconcluso, mal logrado e interrumpido por un crimen y sus actores. El secreto de sus ojos se trata de una confesión; de un empleado del juzgado en Argentina, que a finales de los años 60, antes del golpe militar, que por un capricho sobre cómo se asignan los casos, se ve involucrado en un asesinato.

“Y será mejor contar lo que sé y también lo que supongo, porque de lo contrario nadie va a entender un carajo. Ni yo mismo.”

Es este caso el que le remueve a Benjamín sus principios sobre la ética, la justicia, pero también el que lo deja ver un amor que no siente, no al menos por la mujer con la que está casado, es testigo de como se descompone el sistema judicial, como se infiltra la corrupción, la violencia en todos los aspectos y por ahí, también la impunidad.

Benjamín ve en la mirada de un joven viudo, de un asesino, en la suya propia miradas de obsesión, de amor, de devoción, de tristeza, de solidaridad, de amistad. Y sí, algunas miradas siguen siendo un misterio.

Es la segunda vez que leo la novela, me sigue gustando mucho, no podría decir si prefiero El secreto de sus ojos en película o en libro, en todo caso, creo que se complementan.

Me parece que la necesidad de confesarnos es una necesidad que todos hemos tenido, la de decir y admitir por fin que algo, cualquier algo, nos cambió la vida, no tanto por revelarnos algo que en el fondo ya sabíamos, sino porque hace imposible seguir ignorando el hecho.

Benjamín por fin se jubila, y ante la inmensidad del tiempo libre, ante el terror de perder la rutina y el contacto con la mujer a la que ama (aunque nunca lo ha dicho en voz alta) lo empuja a escribir esta confesión en forma de novela, a contar su historia, el por qué en este caso, en ese asesinato, le fue imposible voltear la mirada a otro lado.

Así, de miradas cargadas de lo confesado y lo callado, El secreto de sus ojos nos lleva por un camino donde el contexto cambia la forma de resolver, nos lleva a la resolución que Benjamín necesita. Muy recomendable.

Aura Espitia Muñoz Cota

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