Lucy Maud Montgomery (1874-1942) publicó en 1908 Ana la de Tejas Verdes, el primer volumen de una serie de libros cuya protagonista es Ana.
Leí este libro porque 3 amigas a las que quiero mucho me llamaron y me preguntaron si ya había visto la serie de Netflix basada en este libro. Sigo sin ver la serie y la verdad no sé si lo haré, porque el libro me encantó.
Ana es una huérfana que llega a Tejas Verdes a los cuidados de unos hermanos solteros y que han decidido adoptar a un chico que los ayude con la granja de la familia.
Por un error, quien hace la gestión para los hermanos Cuthbert, trae a una niña, y si bien por un momento meditan si la niña debe o no quedarse, al final son incapaces de enviar a esta niña que habla tanto de regreso al orfanato, no tanto porque la amen, a primera vista, sino porque se percatan de lo poco que la vida le ofrecerá si regresa al orfanato.
Ana la de Tejas Verdes es una historia deliciosa, de una niña decidida a ser feliz sin importar lo que la vida le tire, necia un poco, habladora un mucho.
«Estoy resuelta a disfrutar de este paseo. Tengo una gran experiencia al respecto, y sé que se puede disfrutar de todo cuando uno está firmemente decidido a ello. Por supuesto, hay que estar firmemente decidido.»
Ana es una niña sin lugar, sin amigos, sin familia y sin lugar afectivo seguro, que perdió todo más de una vez, que no ha sido deseada por ninguno de sus tutores, que no se desarrollará si no es ayudada. En este libro se vuelve Ana la de Tejas Verdes.
Alguien que pertenece a una comunidad, que con el amor de sus padres adoptivos, de sus amigos, de sus maestros y adultos que la rodean logra encontrar su camino, su ambición, su lugar.
Es muy interesante que Montgomery pusiera en la mesa de la literatura infantil y juvenil a una niña como protagonista, nos da una imagen de las mujeres bastante moderna para su época, y nos da a nosotras eso, un espejo que valida nuestras emociones, nuestra inteligencia y la ambición, pero sobre todo, la autonomía.
Ana la de Tejas Verdes es el libro que todas necesitamos de niñas, que todos necesitan de niños y de adultos, y junto con Momo de Michael Ende (reseña aquí) es de los libros que se quedarán entre mis favoritos. Muy recomendable.
Aura Espitia Muñoz Cota
